Lo típico: el patinete empieza a ir raro. Vibraciones. Un sonido que antes no estaba. Miras la rueda… y ahí está: más desgastada que tus ganas de madrugar un lunes. Y entonces, claro, toca cambiarla.
Y aquí empieza la aventura.
Porque cambiar la rueda de un patinete eléctrico no es como cambiar de camiseta. Tiene su ciencia. Su truco. Y su paciencia. Pero no te preocupes: si estás aquí es porque quieres hacerlo bien. Sin liarte. Sin frustrarte. Y sin acabar jurando en arameo por culpa de un tornillo que no sale.
Bienvenido. Esta guía está escrita para ti. Para que puedas cambiar esas ruedas tú solo, en casa, con calma y con cabeza.
Y sin romper nada. Ni tú ni el patinete.
Primero lo básico: ¿todas las ruedas son iguales?
No. Como casi nada en la vida.
Hay ruedas con cámara, ruedas sin cámara, ruedas macizas, ruedas blandas, ruedas más duras que tus ganas de ir al gimnasio… Cada una tiene lo suyo.
Y aunque por fuera todas parecen redondas y negras (como los donuts sin azúcar), lo que importa es lo que llevan dentro. Y si son compatibles con tu modelo de patinete.
Sí, eso también cuenta.
Cómo saber qué rueda necesitas (sin adivinarlo)
Mira el lateral de tu rueda actual. Ahí suele haber un número: algo como 8.5 x 2. Eso te dice el tamaño (en pulgadas).
También puedes mirar el manual del patinete, si no lo tiraste a los tres días como hacemos todos.
Y si ya has desmontado media rueda y sigues dudando, te dejo este consejo de amigo: entra en ANSENI y busca tu modelo exacto. Te ahorras dolores de cabeza.
¿Te suena todo a chino? No pasa nada. Vamos a ver qué tipos hay.
Los tres tipos de ruedas (elige tu propia aventura)
1. Neumáticas con cámara
Las de toda la vida. Las que se pinchan.
Pero también las más cómodas. Amortiguan bien y van suaves por ciudad. Eso sí, si te metes en cristales o bordillos chungos… te toca inflar (y a veces, cambiar).
2. Tubeless (sin cámara)
Como las de los coches. Más resistentes. Si se pinchan, no revientan de golpe. Pero ojo, necesitan llanta especial y algo más de maña para montarlas.
3. Macizas
Las duras. No se pinchan nunca. Aguantan trote. Pero también rebotan más.
Si vives en ciudad con baches o mal asfalto, sentirás cada piedra como si la llevaras en el alma. Pero no te vas a quedar tirado, eso seguro.
¿Y con qué herramientas me apaño?
Pocas cosas y bien elegidas:
- Llaves Allen (y de vaso, si puedes)
- Palancas de plástico (o desmontables para bici)
- Compresor o bomba (si montas ruedas con aire)
- Guantes (de los que no resbalan)
- Algo de paciencia (esto no se compra, pero ayuda)

Y si tienes un soporte para levantar el patinete… mejor que mejor. Tu espalda lo agradecerá.
Venga, al lío: cómo cambiar la rueda sin morir en el intento
Paso 1: Afloja los tornillos
Quita tapas, embellecedores o lo que haya delante del eje.
Suelta con calma. Nada de apretar a lo bruto. Si un tornillo no sale, echa aflojatodo y espera un rato. Como el café: mejor si reposa.
Paso 2: Saca la rueda
Tira con cariño. Si es de las que lleva motor dentro, desconecta el cable con mucho amor. Que nadie quiere un patinete sin electricidad.
Paso 3: Cambia el neumático
Aquí viene el arte. Usa las palancas para sacar la cubierta vieja. Si lleva cámara, quítala con cuidado.
Y si vas a montar rueda nueva, échale un poco de agua jabonosa al borde: entra mejor y sin romper dedos.
Paso 4: Monta la nueva
Pon la cubierta, luego la cámara (si lleva) y ajusta todo bien. Infla lo justo (mira el PSI recomendado, suele venir en el neumático).
Si inflas “a ojo” puede que acabes con una rueda como un globo a punto de explotar.
Paso 5: Vuelve a montar todo
Coloca la rueda en su sitio, alinea los frenos, aprieta tornillos con firmeza (pero sin pasarte) y… prueba.
Si rueda suave y no hay ruidos raros, lo has hecho bien.
¿Y si tengo un Xiaomi?
Entonces, bienvenido al infierno de las ruedas duras.
Los patinetes Xiaomi tienen fama de ser duros de desmontar. Pero no imposibles.
Trucos rápidos:
- Calienta la rueda maciza antes de montarla (con secador o agua caliente).
- Usa bridas para hacer palanca sin romperte los dedos.
- No improvises: si no es compatible, no fuerces.
Lo bueno es que hay mil tutoriales para este modelo porque medio mundo lo usa. Y lo mejor es que en ANSENI tenemos recambios que encajan como un guante.
Para que tú no cometas los mismos errores… ya otros los tuvieron antes
- No infles la rueda hasta que “te parezca bien”. Usa un manómetro. Si no, revientas la cámara y te toca empezar de nuevo.
- Cambiar solo una rueda a veces es peor que dejar las dos viejas. Desbalanceas el patinete. Mejor cambiar el par.
- No compres por impulso. Hay ruedas que parecen universales pero no lo son. Mira medidas, modelo y tipo de anclaje.
- Si te vibra el patinete tras cambiar la rueda, algo no está bien puesto. Revísalo antes de seguir circulando.
Preguntas que todos tenemos (pero a veces no hacemos)
¿Cada cuánto debo cambiar las ruedas?
Cuando veas que el dibujo se va, o si notas pérdida de agarre o vibraciones raras. No hay kilometraje fijo. Escucha al patinete.
¿Es difícil cambiarlas solo?
No si tienes herramientas y esta guía. Eso sí: si es tu primera vez, tómate tu tiempo.
¿Merece la pena poner ruedas macizas?
Depende. Si vives en ciudad con buen asfalto y no te importa un poco más de rigidez, sí. Si quieres comodidad, mejor las neumáticas.
¿Y si no me atrevo?
No pasa nada. Siempre puedes llevarlo a un taller o preguntar en tiendas especializadas. Mejor eso que romper algo.
Y ahora… ¿qué?
Ahora ya sabes cómo cambiar las ruedas de tu patinete sin complicarte la vida.
Pero saberlo no es lo mismo que hacerlo. Así que, si ya tienes la rueda nueva esperando en casa, saca el destornillador, ponte los guantes… y empieza. Paso a paso. Sin miedo.
Y si aún no tienes las ruedas que necesitas, date una vuelta por aquí. O por nuestra sección de recambios de dirección si el problema viene de más adentro.Moverse por la ciudad está bien. Pero moverse con seguridad, aún mejor.
Y si además puedes decir que cambiaste tú mismo las ruedas de tu patinete… pues eso no te lo quita nadie.